Lo que viene es lo que fue

Lo bueno de la ignorancia es que de alguna manera uno tiene todo por delante. No, no eso de ignorance is bliss, bla bla bla, que sino sabés no te hacés mala sangre, ojos que no ven corazón que no siente y todo eso. Pero no me voy a meter en eso, es tema largo quizás para otro día.

A lo que me refiero, es algo que me ha pasado por ejemplo cuando conocí algún músico que me gustaba: zas, qué lindo, quiero más, y de repente me entero que es su quinto disco, entonces no queda más que salir a la caza de todo eso que desconocíamos durante tanto tiempo para llenarnos los oídos de placer. Bueno, en este caso en particular estoy pensando más que nada en el séptimo arte y la literatura. De a poquito estoy tratando de aprender un poquito más de estas dos cosas que tanto me interesan. Y entre las pelis hoy finalmente me di el gustazo de ver una que me recomendaron una y mil veces: Desayuno en Tiffany's. La verdad, un lujo, me emocioné como un dulce gil que soy, y la disfruté de pe a pa, pasando por pi, po y pu, ni más ni menos. O tal vez hasta un poquito más. Ya sé que no descubro nada nuevo con esto. No es un post revelador, ni recomendador, ni encomendador o encomiendado.
Yo les cuento nomás.

(me salió medio Cirilo Tamayo eso, me faltó poner nomás el "no.... yo decía" mientras dibujo una curva invisible sobre el piso con la punta de mi zapatilla y ya. mejor me voy, chau, gracias, vuelva pronto).

Publicadas portinch a la/s 10:16 p.m.  

0 comentarios:

Publicar un comentario