Las verdaderas aventuras de tinch

Quien sigue la tira Macanudo de Liniers ya sea en la contratapa del diario la Nación o en la web (http://autoliniers.blogspot.com) se habrá cruzado alguna vez con "las verdaderas aventuras de Liniers", donde cuenta alguna anécdota pava-simpática que le ha ocurrido.

Bueno, yo no sé dibujar así de lindo, ¿vio?, pero a mi también me pasan cosas asombrosas en la vida. Hace poco me ocurrió algo ideal para una tira que haría la delicia del público lector. No, no una tira de asado, sino esta cuyo guión les comparto a ver si algún osado quisiera ilustrarla o al menos para que la imaginen dibujada en sus alegres y voladoras cabecitas.


1.- Tinch camina por la vereda y en dirección contraria viene caminando una chica con un perro.

2.- Se cruzan y el perro se da vuelta en dirección a tinch.

3.- Empieza a seguirlo varios metros, ante la mirada impávida de la chica.

4.- La chica grita: "Pst, vení, Lobo, ¡al final te vas con cualquiera!".

5.- El perro de nombre Lobo vuelve con su dueña. Tinch observa, enarcando las cejas.

6.- Tinch reflexiona.

7.- Tinch grita: "Ey, yo no soy un cualquiera".

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Sí, bueno, quedó muy largo, pero me da fiaca pensarlo mejor y además así queda bárbaro, me estremezco de sólo calcular la propoción desmesurada (o la mesurada desproporción) de vuestro deleite.

Sino, será que preciso renovar mi público.

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Publicadas portinch a la/s 11:32 a.m. 0 comentarios  

Un paso

Es eso, porque sino uno dice "uh quiero escribir algo en el blog" y espera que salga algo brillante pero ni una idea de 15 watts y entonces la nada, y a mi me gusta que este espacio tenga algo de movimiento, aunque sea lento , inútil y sin gracia.

Como quien escribe, casi. Jo jo.

Algo de lo que me gustaría poder hablar: del fuego.

Hoy leía el comienzo de un cuento de Jack London titulado "Princesa", y la primera frase empezaba diciendo algo así como "Una hoguera ardía alegremente en el bosque...".

Me quedé ahí un rato atorado en el deleite de la imagen del fuego ardiendo con alegría. No sé, no digo que sea un gran hallazgo ni nada parecido, pero en el momento me trajo todo tipo de imágenes a la cabeza. Esos momentos de fascinación frente a un fogón, echar ramas, desde el crack al quebrar un palito para echarlo, agarrar uno más grande para mover todo, soplar para alimentar las llamas, y como bromeaba con su clásica picardía el bueno de Carlos (que ahora es malo porque no escribe desde Praga desde hace muchos meses) avivar el fuego, que es ir y explicarle cómo ganarse unas minitas en las fiestas.

Y entonces...

Nada. Sólo eso, y díganme sino se entiende entonces por qué los dioses de las antiguas culturas eran el fuego, como la lluvia, o los truenos, claro que sí, son como trucos de magia de la naturaleza, que si te sentás a contemplarlos un segundo nomás alcanza para llenarse los ojos de admiración.

Así que... sólo pasaba por acá, che, y escribo, y subo, y ya elaboraré algo, y todos seremos más felices.

Ah, para matizar, un textito porongosiento que escribí en cierta oportunidad inspirado por la alegre chispa de un fogón.

Sepan disculpar.
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si el fuego quema
la llama sorprende
su calor abriga
resuena
y la luz descorre las sombras
- que detrás de todo aguardan -
para reunirnos,
festejarnos

si el fuego,
sea una chispa,
un volcán,
una vela, antorcha,
un sol
o un sueño que desvela
si el fuego, entonces,
quema

¿qué esperamos para arder, amigos?

¿qué otra señal
antes de empezar
a hacer ceniza tanta vida?


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Publicadas portinch a la/s 11:46 p.m. 0 comentarios