Como arena

(cosas viejas en .txt perdidos en carpetas por ahí)

ella cavaba en la arena con sus manos.
no lo sintió llegar, pero vio su sombra sobre el pozo que construía.
- ahí está el mar. - señalando hacia las olas.
el niño hace silencio, tanto le gustó como sonaba la voz de la niña con el ruido de mar de fondo, como un sonido nube dibujando formas en la sinfonía cielo. ella saca un nuevo manojo de arena y observa agua en el fondo de su pozo.
- ¡tengo mi mar en miniatura!
el agua enseguida se filtra y desaparece.
- tarde, ya se secó.
él se agacha para asomarse al pozo, ella lo mira por primera vez. en la orilla la espuma también desaparece. y las olas. hasta las mareas. como un infinito truco de magia.
el niño toma un puñado de arena y ve cómo se le va entre los dedos.
ella no llega a verlo, porque él no se dio cuenta y su cara no se dio por enterada aún, pero el niño sonríe profundo.
- hay que mojarla. la arena húmeda se queda. - dice la niña mientras gira hacia el mar.
el niño todavía no sabe del amor. conoce los caprichos, los deseos, las ansias, los golpes y el dolor, el llanto, las lecciones que se aprenden, las que no - ni ahora ni nunca -, sabe hasta mimar, mentir, extrañar, sorprenderse y en este mismo momento está descubriendo la fascinación del mar. no sabe todavía que todo eso junto hace al amor.
- seamos amigos. - dice él dirigiéndose a ella, o al mar, a una gaviota que vuela detenida en la pausa que le pide el viento, a todo ese instante.

ella toma su mano. p
ero no se tocan. lo hace con un suspiro que nadie nota. un suspiro que se confunde enseguida con la respiración del mar, que flota hacia los pequeños dedos del niño y los sopla suavemente.
si supieran, se amarían tan eternos como el paisaje que contemplan.
él camina hasta la orilla, y como si quisiera gritar algo se convierte en ola y desaparece.
ella contempla el mar hasta guardar la última gota en sus pupilas. luego se transforma en arena, y se acuesta a descansar.

Publicadas portinch a la/s 1:04 p.m. 0 comentarios